Palabras del EZLN
al finalizar la reunión con otr@s
el día 11 de septiembre 2005.
(Versión estenográfica)
Compañeros, compañeras:
Gracias por esperarnos unos minutos. Voy a aclarar primero algunos puntos y
luego a decirles unas palabras.
Primero les aclaro que no va a ser posible que esta vez haya reuniones
bilaterales. Tenemos un compromiso con la comunidad, de que era el día del
viernes, sábado y el domingo nos teníamos que ir, porque no podemos estar mucho
tiempo en comunidad, o sea con población civil, porque les daríamos peligro.
Pero hemos tomado nota de los que han pedido reuniones bilaterales y sea que
les mandemos decir que algún día pueden venir, ya aparte sin reunión, para
poder hablar todo lo que sea necesario o, cuando salgamos pues, irlos a visitar
en sus lugares y ahí platicaremos.
Los compañeros y compañeras que se van a quedar ya para la reunión del 16,
17 y 18, les vamos a pedir por favor que vayan al Caracol de la Garrucha y que
ahí queden. Y ahí ya, si necesitamos que nos echen una mano donde va a ser la
reunión plenaria, pues les avisamos y ya se lanzan.
A todos los que están ofreciendo ayuda o apoyo a las comunidades
zapatistas, les decimos pues que el lugar donde tienen que hablar es en las
Juntas de Buen Gobierno —sea en Oventic, Roberto Barrios, Morelia, La Realidad
o aquí en la Garrucha que es el territorio donde estamos— todo lo que es de
educación, salud, todas las propuestas que se hicieron aquí, hay que tratarlas
directamente con los compañeros porque el EZLN ya no se mete en esas cosas.
Queremos agradecerles a todos ustedes, compañeros y compañeras, a los
asistentes a esta reunión y a todas las reuniones anteriores —porque esta es la
última preparatoria— y a todos los que no pudieron venir a ninguna de las
reuniones, pero a través de ustedes o de la revista o de la prensa o de
comentarios pues que les pasaron en medios alternativos han seguido los
detalles de estas reuniones preparatorias que hemos tenido.
A nombre de mis compañeros y compañeras del Ejército Zapatista de Liberación
Nacional, hombres, niños y mujeres, milicianos, les pedimos disculpas si es que
en alguna forma los ofendimos o los tratamos mal, o no les dimos más
comodidades de las que podíamos brindarles.
También agradecemos a los trabajadores de los medios de comunicación su
paciencia y empeño (aunque luego agarraron maña, ya sólo se aparecían al
principio y al final y no se quedaban a toda la reunión). Como quiera, sigue
faltando su reunión preparatoria para que nos cuenten su historia y su lucha.
Me imagino que han de tener. Cuando ya se decidan a suscribir la Sexta, van a
tener en nosotros un oído atento y respetuoso. Agradecemos a los compañeros y
compañeras de Rebeldía que también estuvieron en todas las reuniones, aunque
por turnos, que estuvieron haciendo esta chamba del registro y de tomar la
grabación para luego hacer las relatorías y poder informar a todos.
Y agradecemos a las comunidades indígenas zapatistas de San Rafael, Dolores
Hidalgo, Juan Diego y Javier Hernández por el permiso que nos dieron para hacer
estas reuniones en sus tierras, por el trabajo que hicieron para tener lo
necesario para recibirlos a todos y por su hospitalidad. En otras reuniones les
platiqué que cuando se acaban las reuniones estas preparatorias, en las
comunidades donde hemos pasado, hay una reunión de la comunidad donde piden
hablar conmigo, pues, con los compañeros de la comandancia. Invariablemente, en
los cuatro puntos donde tuvimos reunión, los compañeros de los pueblos cuando
hablaban conmigo me pedían disculpas si es que no habían quedado contentos
ustedes. Yo les eché mentiras, siempre les dije que estaban muy contentos y que
se habían ido muy alegres de estar aquí (ríe). No, estoy seguro que sí, que
todos aprecian la hospitalidad que dieron nuestros compañeros. Y siguiendo la
tradición de suplantaciones de izquierda, a nombre de ustedes les pedí
disculpas a ellos si es que ustedes en algo les faltaron al respeto (ríe).
Quiero agradecer a unos compañeros y compañeras que paradójicamente han
pasado desapercibidos y que a pesar de que no están hallados para esto de estar
escuchando tantas cosas de tanta gente diferente, se mantuvieron firmes con las
faldas bien puestas o los pantalones, según el caso, y que aguantaron sin
quejarse las seis reuniones que duraron 16 horas diarias más o menos, en
promedio. Son mis compañeras comandantas: Grabiela (se dice Grabiela no
Gabriela), la comandanta Rosalinda, la comandanta Kely, comandanta Delia, la
comandanta Ofelia, la comandanta Yolanda, la comandanta Ana Berta y la comandanta
Graciela. Y a mis compañeros comandantes del Comité Clandestino de la Región
Selva Ttzeltal: el comandante Gabino, el comandante Gustavo, comandante
Eduardo, comandante Simón, comandante Maxo, comandante Omar y comandante Pablo.
A estos compañeros que son los que les tocó de la Comisión Sexta... (Hay más
comandantes pero estamos repartidos, unos se encargan de los pueblos, otros de
Juntas de Buen Gobierno y otros se encargan de la Comisión Sexta. Estos son los
de la Comisión Sexta de Selva Tzeltal. Hay otros compañeros comandantes,
algunos ya los conocen, otros los van a conocer en la zona tojolabal, en la
zona tzotzil, en la zona chol y en la zona tzotzchoj que es la de Altamirano).
A estos compañeros y compañeras es a los que les va a tocar a ustedes verlos
cuando ya salga la Comisión Sexta del EZLN.
Quiero decirles algunas palabras, hoy es el último día para adherirse a la
Sexta Declaración en esta primera etapa. Después va a ser ya según el acuerdo
que haga la mayoría o todos los que ya se adhirieron. Les digo esto porque
algunos compañeros dicen que todavía están discutiendo la Sexta... Pero ya
tienen un montón de propuestas de cómo debe hacerse la “otra campaña” (risas).
No sé, cada quién su modo, pero lo lógico es primero entrarle y luego ya hacer
las propuestas.
A los compañeros de Braceroproa, les decimos que no se angustien, se
angustian de balde. Nadie ha venido a mal hablar de ustedes aquí, cuando menos,
no con nosotros. Hay muchas organizaciones y a todas las respetamos y todas
tienen un lugar; pero nadie, cuando menos con nosotros, ha venido a mal hablar
de su organización.
Respecto a los compañeros que dicen que “es buena la crítica”, si han
seguido los reportes que se han hecho sobre las relatorías de las distintas
reuniones, creo modestamente que hemos demostrado que aguantamos vara. Nos han
dicho de todo, los hemos escuchado
y no hemos disparado (ríe). No. No nos
hemos enojado. Hemos recibido las críticas partiendo
Algunos otros problemas que vimos que se presentaron en esta reunión: hay
tres grandes apartados. Uno se refiere a... Como esta es la reunión de “otros”,
que son compañeros de grupos o organizaciones sociales, organizaciones
políticas, movimientos sociales, en general lo que les pudiéramos decir se los
dijimos ya en la reunión de movimientos sociales o de organizaciones políticas
o de grupos, lo mismo que a la personas que vinieron a título individual en
esta reunión. Pero detectamos algunos nuevos problemas que se plantean:
Uno es que la otra campaña y este gran movimiento —que queremos ahora sí
entre todos levantar— tiene que tener un lugar para el estudio, el análisis y
la discusión teórica. Es algo que no se había señalado o se había señalado nada
más de paso, en algunas otras reuniones.
El otro que se plantea es que hay que aprender a escuchar. Desde la
posición que teníamos nosotros, privilegiada, —pues ora sí que nosotros somos
los únicos que podemos decir que fuimos los únicos que escuchamos todo de
todos, sin dormirnos o sin irnos a otro lado— y sentimos que en ésta como en
las otras reuniones falta todavía que aprendamos escuchar.
Porque va a llegar el momento en la próxima plenaria en que el EZLN les va
a entregar a ustedes, y a todos los que se adhirieron a la Sexta, la “otra
campaña”. En ese momento la “otra campaña” va a dejar de ser del EZLN y se va a
convertir de esto, como se llame. Y sentimos que si se sigue el espíritu de la
“otra campaña”, que es escuchar, hay que aprender mucho todavía.
Pensamos que sí se puede y de una u otra forma las 16 horas diarias que
estuvieron los compañeros comandantes y comandantas es como nuestro aporte a la
“otra campaña”: sí es posible no enamorarse del micrófono tanto y tener más
cariño por la bocina, o sea por el oído.
Y eso lo tienen que tener claro porque el primer grupo, o el grupo que levante
la “otra campaña”, en el momento en que se la entregue el EZLN, tiene que
plantearse que su trabajo no va a ser hablar, sino escuchar, así como ustedes
encontraron aquí un espacio para que los escucháramos. Porque el que sea que
habló podía ver que había poca gente o mucha o que ya están cansados, pero
todos ustedes tenían la seguridad de que aquí enfrente había unos encapuchados
que los estaban escuchando y que estaban apuntando lo que ustedes estaban
diciendo, sin importar si están de acuerdo o no. Y así como ustedes y como
muchos compañeros y compañeras que han pasado aquí en la reuniones, hay en todo
el país gente que quiere hablar y quiere que alguien lo escuche.
El que le entre a la “otra campaña”, no sólo tiene que definirse como
anticapitalista y de izquierda, tiene que definirse con esa disposición a
escuchar. Y a la hora que entreguemos eso, nosotros vamos a pedir esa garantía,
queremos la garantía que ustedes van a seguir, junto con nosotros en la “otra
campaña” y que siempre van a tener un espacio para que el que quiera pueda
hablar, con las características que ya hemos dicho.
El otro problema que se plantea es el de la toma de la opinión y la
decisión de todos. No puede ser que la “otra campaña” sólo arranque con la
opinión y la decisión de los que asistieron, por eso se abrió eso de que
mandaran sus ponencias y sus palabras. Y a la hora que se vote o que se
discutan las distintas propuestas que hay sobre cómo debe ser la organización
de la “otra campaña”, vamos a tener que idear el mecanismo para que la gente
que no puede venir a Chiapas, ni a la Selva Lacandona, participe y su decisión
siga siendo tomada en cuenta con la misma importancia que el que sí tuvo la
paga para venir hasta acá y que valga igual la palabra del que no habló. Porque,
como dijo alguien aquí que entregó: “esta muy larga la lista, mejor hay les
mando mis palabras”, o el que nada más vino a escuchar sepa que su pensamiento
y su corazón tiene un lugar, no sólo para hacer bulla, sino también para tomar
una decisión y hacer que este barco, o como le vayamos a llamar, tenga un rumbo
definido. Eso lo vamos a tener que hacer en esa decisión.
En ese sentido —desde el lugar privilegiado que hemos tenido en estas
reuniones que le agradecemos la oportunidad de haber escuchado todo esto—
nuestra expectativa, cuando estaba toda la discusión que acababa de salir la
Sexta, es que iba a venir mucho menos gente de la que llegó y que prácticamente
habíamos perdido a todos los que se habían acercado antes, en la CND o en otras
iniciativas, y que debido a nuestra torpeza y estupidez habíamos lastimado de
una u otra forma. Llegaron nuevas gentes que antes no habían llegado y
afortunadamente llegaron los que ya habíamos conocido en estos 12 años. Nos dio
mucho gusto volver a verlos y sobre todo volver a verlos con cosas ya más
definidas. Porque la indefinición de los años primeros permitía, y ustedes lo
saben, que mucha gente se acercara. Nosotros decimos que hay gente buena, hay
gente mala y a hay gente mala que parece buena. Mucha de esta gente mala que
parece buena se acercó a nosotros y así nos fue.
Desde esta posición privilegiada que es estar escuchándolos y viéndolos a
todos —porque también veíamos los gestos que hacían, no crean— pues pudimos ver
esta diversidad. El problema que tenía el EZLN, cuando habló con las
comunidades, es que a la hora que definiéramos más nuestro movimiento, en la
medida en que tenía que rebasar el horizonte indígena y plantearse la unidad
con otros movimientos probablemente íbamos a perder la diversidad. No se iban a
sentir convocados muchos que sí estaban convocados y que le habían dado al
zapatismo, al menos en los primeros 10 años, una riqueza que pocos movimientos
se pueden preciar de tener. Afortunadamente, según vimos en la reunión y por
los correos que estuvieron llegando a la página de la revista Rebeldía o
directamente al EZLN, esta diversidad se mantiene. Sigue siendo todavía el
zapatismo —y ya aquí hablo del zapatismo de todos los zapatistas, no nada más
del EZLN— sigue siendo este arco iris que siempre imaginamos o soñamos desde
aquella primera gran reunión que fue la Convención Nacional Democrática.
Otro problema que queremos señalarles es el del lugar de cada quien.
Nosotros quisiéramos pues de que el lugar se resolviera nada más con el pegote
ése que les dan cuando se registran. Desgraciadamente no es así, compañeros.
Aquí y en todas partes, tienen que pelear por su lugar, ganarlo y sobre todo
defenderlo. Porque en toda la trayectoria de la izquierda, desde el trucutrú
hasta nuestros días, está siempre el afán de hegemonizar y homogenizar. Es algo
que tenemos que aprender como izquierda. Si no aprenden a pelear su lugar, a
ganarlo y luego defenderlo, van a terminar por abrir la puerta. Porque ni
siquiera es que van a aceptar subsumirse a una de las posiciones que empiecen a
aparecer como dominantes o hegemónicas; se van a ir y van a decir “ese no es mi
lugar”, “no es mi movimiento”, “no es lo que yo esperaba”. Y lo que nosotros
estamos haciendo es ponerles una trampa: les estamos quitando esa coartada. Si
esto no resulta, va a ser culpa también de ustedes. Se acabó el pretexto de que
“pinche Marcos” o “pinches zapatistas”, “no tomaron en cuenta esto” o lo otro.
¿En qué medida la “otra campaña” es un lugar para todos —y “todos” quiere
decir aquí todos con esa diversidad? Es algo que se tiene que ganar y se tiene
que defender. Porque van a enfrentar muchas posiciones y muchos grupos
políticos que ya hacen surco del colmillo que traen, compañeros y compañeras;
con gran experiencia para argumentar, para manifestarse en una asamblea, para
ganar una posición. Y siempre, de una u otra forma, toda esta gente, todos
aspiran a que su idea incorpore al mayor número de gentes, sea más fuerte, más
grande.
Va a tardar a que todos nosotros, todas la organizaciones van a entender
que no es eso lo que va a darle la fuerza a la “otra campaña”, sino que
mantenga el lugar y el respeto para cada quién. En ese sentido, las personas
individuales o a título familiar no tengan miedo de ser banda o colectivo para
defender su lugar sin que eso signifique ceder su propia perspectiva, su idea,
su área de trabajo. Si nosotros vemos que de un grupo se hacen varios grupos,
siempre les vamos a preguntar pues según cuál es su idea. Pero según, cuando
nosotros pensamos, no pensamos que vamos a ser una gran organización donde
todos vamos a usar pasamontañas. No, lo que queremos es esa riqueza que
nosotros pudimos ver en todos estos días y que pensamos que en el momento en
que la “otra campaña” realmente inicie va a ser mucho más rico y mucho más
grande. Porque vamos a tener la confianza de que esa gente que se acerque a la
“otra campaña” va a hacerlo con la seguridad de que no va ganar absolutamente
nada. Porque eso lo vamos a tener que decir desde el principio: si quieres
ganar algo éste no es el lugar, hay que irse para otro lado; si quieres dar,
aportar, trabajar o chingarte pues, como dijimos al principio, éste es el lugar
y aquí tienes un lugar. Pero va a haber que pelear por ello. Entonces, no se me
vayan a rajar, ora sí como luego dicen, no suelten la “otra campaña”, ni asuman
la actitud que alguna vez tomaron en otras iniciativas que lanzamos nosotros y
que nosotros asumimos los errores. Aquí sí, le vamos a entrar juntos, ora sí
que vamos a democratizar los errores también. Entonces, vamos a defender este
espacio y vamos a llevarlo adelante.
A muchos de ustedes les recomiendo que lean la Sexta. Sí, porque vienen y
nos regañan por cosas que no dice la Sexta. Entonces, por lo menos, si van a
hacer una propuesta pues léanla. Ya si están de acuerdo o no están de acuerdo,
bueno, ya es otro problema. Pero, si van a opinar sobre lo que se va a decir,
pues léanla. Y léanla, sobre todo, porque más o menos lo que se está
homogeneizando en todos es que es necesaria una campaña de difusión más amplia.
Y yo espero que en la sesión plenaria pues, ora sí, todos digan “es trabajo de
todos, no nada más del EZLN”. Y entonces sí, toda la gente se dispute por
pedirle el autógrafo y la foto a los compañeros que están allá atrás, o que la
prensa se queje porque el que está allá atrás no les da la entrevista y están
vuelta y vuelta.
Pues, ésta es la última preparatoria, compañeros. Les voy a contar una
anécdota. En la reunión de movimientos sociales que fue en Dolores Hidalgo,
como a esta hora del viernes, hay 15 personas. Entonces, los compañeros
comandantes que están aquí reportan por radio:
— ¿Cuántos hay?
— 15.
Y dicen:
— Quiera dios que viene más gente.
A las 4 de la mañana había 1,000. Y dicen:
— Quiera dios que ya no vengan (risas).
Porque habían hecho el cálculo para 600, entonces ya no sabían adónde meter
a la gente. Entonces, ora sí que “quiera dios que ya se acabó esta parte” y
venga la parte más difícil, la de la plenaria. En la plenaria... les voy a
pedir una cosa, los que puedan asistir, asistan, y los que no, ya estamos
viendo si hay alguna maña porque hay gente que tiene conocimientos de que se
pueda meter a Internet en vivo lo que está pasando y ahí puedan estar
consultando.
Les adelanto que el EZLN va a presentar en esa plenaria, lo más claro
posible, su plan de salida con fechas aproximadas, lugares, rutas, etcétera. Y
la otra cosa que va a hacer el EZLN en esa plenaria va a hacer una propuesta
general sobre la organización y rumbo de la “otra campaña”, pero no según su
pensamiento sino según todo lo que ha escuchado. Como decimos, ese privilegio
que tuvimos de escuchar a todos es una responsabilidad donde vamos a tratar de
sintetizar los principales problemas y las posiciones, y a pedir que todos nos
pronunciemos por una u otra cosa. Algunos problemas ya los he planteado: sobre
la cuestión electoral, si va a haber una definición o si cada quien su modo;
sobre la estructura organizativa, si va a ser coordinadora, vertical,
centralizada, etcétera o —ora si como quien dice— cada quien su modo, ¿no?
Así
varios problemas que les hemos ido
planteando en los mensajes que damos
en las reuniones preparatorias.
Entonces,
les pido por favor también que revisen eso. No es tanto el rollo de lo que está
pensando el EZLN, sino es lo que ya ha ido habiendo en las diferentes reuniones
preparatorias.
En ese momento, en determinado momento de la plenaria, la Comisión Sexta
del EZLN le va a entregar a todos la “otra campaña” y así vamos a cumplir una
promesa. A partir de ese momento, todos los que vamos a ser Comisión Sexta o
como se vaya a llamar (la “Comisión Sexta de la Familia González” o la
“Comisión Sexta del barrio” tal o de tal organización o lo que sea) va a
establecer los criterios para entrarle y cómo le vamos a hacer.
Por eso decimos: hoy es el último día para entrarle a la “otra campaña”
según los criterios que estableció el EZLN. Si hay más criterios, si se hace
más abierto o más cerrado, lo que sea, ya va a ser parte de esta discusión.
También los planes de propagandización, de trato a los medios, todo eso, se va
a decidir pues ahí. Ahí, nosotros nada más vamos a pedir que se respeten los
tiempos del plan que tenemos nosotros para nuestra salida. Y entonces, cuando
nosotros les entreguemos a ustedes y a otros como ustedes la “otra campaña”, pues
vamos a decir “Ahí lo cuidan”, ¿no?, “no sean gachos, no lo vayan a dejar
botado”. Porque va a exigir otra cosa.
Con la Sexta nosotros los llamamos a construir un movimiento
anticapitalista y de izquierda. Y ahí nos dicen si están de acuerdo con “nueva
Constitución” o “no nueva Constitución” o que falta esto, le falta lo otro.
Pero con la “otra campaña”, lo que estamos invitando en esa perspectiva general
es a escuchar, a tomar apunte (que no vi que nadie lo hiciera, mas que unos
cuantos por ahí), e informarle a su colectivo o a su comunidad o donde se
muevan.
Entrarle a la “otra campaña” va a ser eso, difundir, organizar,
propagandizar y todo eso, y sobre todo escuchar. Viera que se puede contrastar
de esta forma y así empiecen a entender por qué el EZLN escoge precisamente una
coyuntura electoral para lanzar la “otra campaña”. Que se pueda contrastar
perfectamente, con la gente, la campaña donde llegue el candidato, habla,
promete y todos escuchan; y la “otra campaña” donde llega y la gente que llega
empieza a preguntar: ¿por qué luchas, cómo luchas, cuál es tu historia? Que la
gente empiece a entender que hay alguien que se está organizando una campaña
para llevar el oído a su casa, a su lugar de trabajo, a donde está luchando.
Entonces, eso es lo que les vamos a pedir. Les aviso con tiempo, bueno, una
semana nada más, pero es suficiente para que la revista Rebeldía abra un correo
que diga “siempre_no@” no sé que madres (risas). Y entonces sí, que
hemos sido honestos con ustedes y ustedes sean honestos con nosotros y si de
plano no les centra eso, mejor no le entren. Porque ora sí que van a quedar mal
con nosotros y con su espejo cada vez que… si es que alguna vez se ven en el
espejo, van a quedar mal. Entonces, si no están dispuestos a esto... Yo creo
que sí, porque si están dispuestos a venir hasta acá, con lo que eso significa,
y tomarse la molestia todavía de regañarnos: “¿Por qué venden en las tiendas lo
que venden?”. Porque están ustedes, nosotros tomamos pozol (risas).
Yo creo que sí tienen la disposición, pero van a tener que cambiar de canal
completamente. Entonces les pedimos que reflexionen eso y que le entren. Vamos
a hacer algo bien chingón. Y ya no va a ser de que lleguen y digan: “no, pues,
es que ustedes nos enseñaron y ustedes nos dijeron”, que “qué maravilloso es” y
“aquí cómo se respira el aire puro y las montañas y por eso escriben tan
bonito” (risas)... Digo, va a ser un movimiento que vamos a construir nosotros
y cuando ustedes digan “nosotros” se va a acabar esto de que está la mesa acá y
está el pasamontañas. Algunos se lo van a poner porque... ya los vi, yo por eso
no me lo quito (risas)... Pero lo que van a poder decir es que pudimos levantar
esto ora sí nosotros, cada quien y cada uno, y lo vamos a defender. Ya no va a ser
responsabilidad de los zapatistas o de la izquierda antidiluviana, o no va a
haber a quién echarle la culpa, más que a nosotros mismos.
Entonces compañeros, les repito, gracias porque vinieron, gracias porque
aguantaron. Ojalá puedan llegar todos a la plenaria del 16. Si no pueden
llegar, avisamos si la plenaria puede ponerse al aire o se puede abrir una
página, porque hay gente que nos puede ayudar en eso, para estar participando
ahí también directamente como se hace en otras partes.
Pues
muchas gracias, buen viaje y cuídense.
Subcomandante Insurgente Marcos