Carta a Don Fermín Hernández
Ejército Zapatista de Liberación Nacional
México
8 de Agosto del 2005.
A: Don
Fermín Hernández.
De:
SupMarcos.
Don Fermín:
Reciba el
saludo de todos nosotros. Hemos leído con interés y respeto la carta de usted
que, junto a otras, publica El Correo Ilustrado de La Jornada el día de
hoy. Quisiéramos pedirle a usted la paciencia y nobleza para leer estas líneas
que le escribimos y, ojalá. La Jornada, generosa como siempre, las
publicara para que usted y otros, que como usted se sienten desconcertados por
lo que estamos diciendo y haciendo, pudieran conocer más de el por qué de lo
que estamos haciendo. Fíjese usted que no pretendo convencerlo de que nos apoye
o que abandone sus convicciones (que adivino profundas y consecuentes), sólo le
pedimos, a usted y a otros, que traten de comprender, de comprendernos.
Hay, en
efecto, muchos compas que, como usted, apoyaron la lucha zapatista por los
derechos y la cultura indígenas. Sin estar en templetes o en las fotos de las
primeras planas, personas como usted hicieron posible, primero, que se
detuviera la guerra; después que se nos escuchara; más luego nos apoyaron en
todas las iniciativas pacificas que, con el objetivo de recuperar para los
indígenas un lugar en esta Nación, emprendimos en estos casi 12 años. No todas,
pero muchas de esas personas, como usted, militan en el PRD o simpatizan con
esa organización política y, además, ahora tienen las esperanzas y el empeño en
que López Obrador y el PRD conquisten la presidencia de la República y que, con
esto, cambien las cosas en nuestro país con un gobierno de izquierda. Hay
algunas personas como usted (créame que, por lo que le contaré más adelante,
son muy pocas) que se sienten identificadas con las siglas del PRD y, al mismo
tiempo, con la lucha del EZLN, y sienten que ambas luchas deberían caminar
juntas o, al menos, coincidir en lo fundamental. Y sienten que no sólo no es
contradictorio ser perredista y apoyar al zapatísmo, sino que es lo lógico. Y
no sólo apoyar al zapatísmo, sino apoyar cualquiera de las luchas que, grandes
o pequeñas, se levantan en nuestro país por democracia, libertad y justicia.
Entonces pues se enojan, irritan o, en el mejor de los casos (que me parece que
es el suyo, Don Fermín), se desconciertan, y se preguntan qué pasó. Y bueno,
Don Fermín, pues pasó lo que pasó. Déjeme le cuento:
En 1994
llegaron hasta acá, invitados por nosotros, algunos dirigentes del PRD. Vino,
por ejemplo, Don Pablo Gómez. El señor Gómez es hoy coordinador de los
diputados federales del PRD y ha declarado que el PRD no puede traicionar al
EZLN porque "nunca hemos firmado nada con Marcos, porque él no ha querido
nunca ningún convenio" (en el mismo sentido, el relevo de AMLO en el DF,
Alejandro Encinas -mientras espera nervioso la exhibición del video donde tiene
el papel estelar-, ha dicho que no hay traición porque nunca hemos sido aliados
-el PRD y el EZLN-).
Bueno, pues
vino Don Pablo Gómez y habló con nosotros. Nos dijo que apoyaba la lucha de los
zapatístas, aclarando puntualmente que no estaba de acuerdo con la lucha
armada, que nuestra causa era justa y que haría lo posible porque nuestras
demandas encontraran una solución justa y pacifica. Por lo que dice ahora el
señor Gómez, en lugar de creer en su palabra, debimos haberle pedido que
firmara un papel con ese compromiso, porque, en efecto, él puede argumentar que
nunca se comprometió con la lucha por los derechos y la cultura indígenas (ojo:
con esa lucha, y no con la lucha armada) y, puesto que nunca firmó ningún
documento, no se puede hablar de traición.
Y no sólo
Don Pablo Gómez, también llegaron hasta acá otras personas. Por ejemplo el
señor Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano (entonces candidato del PRD a la
presidencia de México y, por mucho tiempo, líder natural e incuestionable del
PRD, además de ser, entonces, un referente de la lucha pacifica por democracia,
libertad y justicia para los mexicanos). Hablamos con el señor Cárdenas y él se
comprometió a lo mismo que el señor Gómez. Cierto, no nos firmó ningún papel
con ese compromiso.
Vinieron
muchos más, casi toda la plana mayor del PRD (la mayoría sin haber sido
invitados, sino "colados" cuando venía Cárdenas Solórzano, a quien sí
invitábamos) y siempre dijeron, remarcando que no estaban de acuerdo con la
lucha armada, que apoyarían lo lucha de los indígenas zapatistas. En 1996, no
recuerdo qué estábamos haciendo en San Cristóbal de Las Casas, pero entonces
nos reunimos con Jesús Ortega y algunos más que lo acompañaban. Nos dijeron lo
mismo. No, tampoco firmaron nada. Por esas fechas también nos encontramos con
López Obrador, entonces presidente del PRD, que nos dijo lo mismo y que no
firmó ningún papel.
Entonces, en
lo que a eso se refiere, se puede decir que todos los que ahora dicen que el
EZLN no puede hablar de traición del PRD porque nunca se firmó nada, tienen
razón. En todo caso el error es nuestro, porque no debimos haber creído en su
palabra hablada. Ya ve usted que siempre se aprende. Ahora hemos aprendido
esto: para el PRD no vale nada que no haya sido filmado... perdón, firmado.
Bueno, pero
resulta que, como recordará usted, hubo un diálogo con el gobierno federal y se
llegaron a unos acuerdos, los Acuerdos de San Andrés. En ese entonces, los
partidos políticos que tenían diputados y senadores, formaron una comisión que
se llamó "Comisión de Concordia y Pacificación", la Cocopa. Bueno,
pues los Acuerdos se firmaron, pero no se cumplían. El trabajo de la Cocopa era
ayudar a conseguir un acuerdo entre el EZLN y el gobierno federal, así que se
ofreció a preparar una propuesta de ley que cumpliera esos acuerdos en lo que
se refiere a reformas constitucionales. Entonces estaban en la Cocopa, entre
otros, el hoy distribuidor en Chíapas de la fábrica de láminas "Zintro
Alum ", Luis H. Álvarez, y el hoy secretario de Turismo Rodolfo Elizondo,
ambos por el PAN. También estaban, entre otros del PRI, Jaime Martínez Veloz y
Pablo Solazar Mendeguchía. Por el PRD estaban el hoy finado Don Heberto
Castillo y Juan N. Guerra, junto con otros perredisías. Por el PT estaba José
Narro.
Menciono a
esos especialmente porque fueron los legisladores con los que tuvimos más
contactos directos y porque, salvo en el caso de Don Heberto Castillo, pueden
desmentir o confirmar lo que ahora le cuento.
Bueno pues
se reunieron los de la Cocopa y ahora si que toparon pared, porque el Zedillo
no quería cumplir los acuerdos y el EZLN no quería volver a negociar lo que ya
se había acordado. Entonces pensaron que había que hacer una nueva propuesta,
una que no fuera ni la de Zedillo ni la del EZLN. Se reunieron con nosotros y
nos presentaron lo que luego se conocería como "Iniciativa de Ley Indígena
Cocopa". Nos dijeron que era todo lo que podían hacer y que, si el EZLN y
Zedillo no la aceptaban, pues hasta ahí nomás llegaban y en consecuencia, renunciarían
a la Cocopa. Nosotros aceptamos. Zedillo dijo primero que sí, y luego que no.
Lo que pasó después ya se conoce y no lo voy a repetir, pero resulta que aquí
encontré el original de esa iniciativa y ese documento sí tiene la firma de los
legisladores del PRD. Tal vez Don Pablo Gómez, Alejandro Encinas y la runfla de
patanes de la jerarquía perredista (el momento de mandarle esto leo las
declaraciones del patético Cota) que han dado declaraciones a diestra y
siniestra, desconocen ahora esas firmas.
Mire Don Fermín,
que el PAN luego se desdijera y sus legisladores votaran en contra de la
iniciativa que ya habían aprobado, se puede entender. Después de todo, esa
derecha ha crecido traicionando los principios democráticos que le dieron
origen como fuerza electoral, y su desprecio a los indígenas (y en general a
toda la gente humilde) está tan arraigado que podría estar en su declaración de
principios sin contradecir ninguno de ellos. Del PAN, y de la derecha que en él
encuentra espacio para golpear sobre el yunque la historia de México, sólo hay
que esperar estupidez vestida con trajes de marca... y crímenes ocultos detrás
de ellos. Ya verá usted cuando el candidato del PAN empiece su campaña: el Fox
parecerá una eminencia comparada con ese señorito tonto y balbuceante.
Que el PRI
desconociera lo que había acordado no era sino refrendar su historia: la
prostitución de la política; haber creado la sentencia de "la política es
el crimen perpetrado por otros medios" y refrendarla con la sangre de
opositores... y correligionaríos; la ley de Herodes como declaración de
principios; el racismo elevado a rango constitucional. Si el candidato priista
es Montíel o Madrazo no cambiará nada en los "usos y costumbres" de
ese partido: seguirán siendo el brazo político del crimen organizado... y los
que se gradúen en el PRI se pasarán luego al PRD, dependiendo de cómo vayan las
encuestas en las campañas electorales y de quien gane la elección.
Pero que el
PRD traicionara su palabra era algo que entonces no entendíamos. Podríamos entender
que no tuviera ningún interés en cumplir la palabra QUE FIRMÓ con el EZLN (ya
aclararon que no cumplen lo que dicen hablado), después de todo, sólo somos
unos "pinches" indígenas alzados. Pero no entendíamos por qué
ignoraba toda la movilización que se dio en torno a la iniciativa de ley
Cocopa, por qué desdeñaba a los pueblos indios y a las organizaciones indígenas
(algunas afines al PRD) que habían hecho suya la demanda de reconocimiento
constitucional de los derechos y la cultura indígenas.
No lo
entendíamos Don Fermín, pero esperamos. Tal vez alguien se iba a tomar la
molestia de explicarnos y darnos alguna razón, aunque fuera absurda (algo así
como lo que está de moda ahora: "si hubiéramos reconocido las demandas
indígenas le hubiéramos hecho el juego a la derecha y a Salinas, además de
abrir la puerta para retorno de Madrazo y el PRI, por eso no cumplimos lo
prometido "), pero no.
Aún así
pensamos que, como luego dicen, las bases perredistas, ésas de las que se dice
que son también zapatístas, iban a protestar y a movilizarse y a exigir, lo
menos, la destitución de los legisladores perredistas que habían cometido ese
atraco. Pero no pasó nada, Don Fermín. Se dijo que había sido un error táctico,
pero elPRD siguió legislando en contra de la Ley Cocopa. Tampoco pasó nada.
Pensamos que ni modo, seguramente las bases perredistas "zapatístas"
tenían sus razones para no hacer nada.
Quedamos
entonces heridos, con esa sensación de haber sido burlados otra vez (esa
sensación que abajo se conoce muy bien), frustrados, porque habíamos
concentrado en ese esfuerzo toda nuestra energía... y le habíamos pedido a
mucha gente, gente como usted Don Fermín pero que no es perredista, que hiciera
lo mismo junto con nosotros. Entonces pensamos que habíamos cometido un error y
que nunca más apostaríamos nada a una institución del Estado ni a los partidos
políticos que se disputan su conducción. Como usted sabe, nosotros nos
replegamos a fortalecer la autonomía indígena y se crearon los caracoles y las
Juntas de Buen Gobierno.
Y entonces
pasó lo que pasó: el gobierno perredista de Zinacantán le cortó el agua a unos
compañeros bases de apoyo de ese municipio, los compañeros acudieron a la Junta
de Buen Gobierno, la Junta buscó acuerdo con diálogo, los perredistas se negaron,
la Junta vio la manera de mandarles agua. Ojo Don Fermín: no se decidió
mandarles una unidad militar zapatista para defenderlos del gobierno
perredista, sino que se decidió mandarles agua. Los perredistas se burlaban de
los compañeros diciéndoles que estaban solos, que nadie les hacía caso, que
para el gobierno perredista no valia nada eso que estaban haciendo los
zapatístas de la autonomía. Asi pasó el tiempo.
. Entonces
los compañeros pensaron de hacer una marcha para llevar el agua y para
demostrar que las bases de apoyo sapatístas de Zinacantán no estaban solas y
que caminaban con el apoyo de todo el EZLN. A mí me consultaron y recomendé una
vigilancia estricta para que nadie de los compas, ya "calientes" como
decimos, se peleara a golpes con los otros. Sólo llevar el agua y decir que no
están solos. Llegó la marcha, entregaron el. agua y echaron su discurso (léalo
Don Fermín, puede encontrarlo en La Jornada def fechas posteriores a la
marcha, 10 de abril del 2004, y diga usted si no era una invitación hacer
acuerdos). Cuando ya se retiraban los compañeros, se encontraron con el camino
bloqueado con troncos y, cuando estaban quitándolos, empezó la balacera. El
orden y la disciplina de los compañeros permitieron el repliegue y que aquello
no se convirtiera en una matanza, pero varios compañeros quedaron heridos de
bala. Ninguno de los heridos, Don Fermín, era de Zinacantán, sino de otros
municipios zapatístas y estaban ahí para llevarle agua a sus hermanos de lucha
no para atacar a los perredistas.
Uno de tos
agredidos tiene una bala en la cabeza. Sí, ahí la tiene todavía. Un milímetro
más a un lado o a otro y hubiera muerto. Es más, los médicos le dejaron la bala
porque el sólo intentar quitársela podía provocarle la muerte. Ahí anda el
compa, con una bala en la cabeza. Pero sabe qué. Don Fermín: esa bala no la
dispararon los paramilitares del PRI o los comandos clandestinos del YUNQUE (o
sea del PAN), sino los del PRD, los de un gobierno perredista. Se dijeron
entonces muchas cosas (el gobierno de Chiapas, demostrando que la estupidez no
es prerrogativa de una corriente política, dijo que los zapatístas habían
montado una provocación), pero no pasó nada.
Esperamos si
es que las bases perredistas zapatístas iban a protestar, pero no pasó nada.
Sólo hubo una carta (se puede encontrar en El Correo Ilustrado de La Jornada
de esos días). Don Fermín, de un hermano perredista que condenaba el hecho,
además de una tibia declaración del PRD estatal y ya. Nada. Los perredistas
siguieron en el gobierno de Zinacantán, fueron candidatos por el PRD en la
elección posterior, siguen en el Poder y fueron los primeros en formar una de
las "redes ciudadanas" de apoyo a AMLO.
¿Y sabe por
qué empezó todo ese asunto de Zinacantán, es decir, por qué el gobierno
perredista les cortó el agua a los compañeros? Bueno, porque las bases de apoyo
zapatístas no quisieron agarrar los cargos que les ofrecían los perredistas,
porque, dijeron los compas para argumentar el rechazo, "los zapatistas no
luchan por ser gobierno". Para presionarlos a que agarraran el cargo fue
que les cortaron el agua. Si Don Fermín, los perredistas nos atacaron a balazos
porque no queremos cargos gubernamentales.
Bueno, pero
no sólo fue el voto perredista en contra del reconocimiento de los derechos y
la cultura indígenas, ni sólo la agresión en Zinacantán. Resulta que, meses
antes, en otra zona, una que nosotros llamamos "Selva Fronteriza" y
que es donde está La Realidad, un indígena que no es zapatísta presentó una
denuncia por robo en contra de otro que tampoco es zapatista. La autoridad
autónoma investigó y determinó que era cierto lo del robo, detuvo al
delincuente, quien aceptó la culpa, y determinó que permanecería preso hasta
que le repusiera al afectado la cantidad robada. Puede usted, Don Fermín, ver en
La Jornada de esos días cómo estuvo: a La Realidad llegaron
organizaciones no gubernamentales de derechos humanos y confirmaron que el
detenido no había sido torturado, se encontraba en buen estado de salud y no
habían sido violados ninguno de sus derechos. Bueno, pues resulta que la CIOAC
perredista de esa zona, decidió que lo que había hecho la Junta estaba mal. No,
Don Fermín, no fueron a hablar con la Junta. Lo que hicieron fue secuestrar a
varios compañeros (algunos no zapatístas sino militantes de otra organización),
y mantener retenido un camión de la Junta. A los secuestrados los torturaron y
a uno, un compañero zapatista, lo trajeron de un lado a otro ("para que no
lo fueran a rescatar los del EZLN"), en condiciones humillantes. No, no
fue la policía. No, tampoco el ejército. Si, fueron los perredistas. Los
dejaron todos golpeados. Luego intervino el gobierno estatal y cubrió la
cantidad robada. El detenido fue liberado y el acusador obtuvo satisfacción a
su demanda de justicia. Ya sabe cómo es el humor zapatista, los compañeros le
cambiaron el nombre al camión (es una costumbre el ponerle nombre a los
vehículos) y ahora se llama "El Secuestrado". Lo que le cuento, Don
Fermín, no fue de unas horas, fueron días. Igual le puedo contar de agresiones
y hostigamientos de la ORCAO perredista en los municipios de Ocosingo y
Altamirano. ¿Hubo alguna declaración del PRD? ¿Alguna protesta de las bases
perredistas por lo que hacían sus compañeros de partido en contra de nosotros?
No.
Sumamos Don
Fermín. Sumamos y sacamos la cuenta de todo lo que pasa: las injusticias; los
silencios frente a ellas con el argumento de "no hay que hacerle el juego
a la derecha"; el mirar para otro lado porque, al fin y al cabo, "son
sólo unos pinches indios"; los cálculos tácticos y estratégicos de
"todo se vale "para llegar al Poder, aunque se haga lo mismo que se
dice combatir. Pregunte usted Don Fermín, pregunte si los perredistas que viven
dentro de los territorios zapatístas han sido atacados con armas de fuego, pregunte
si han sido secuestrados y torturados. Verá que no. Verá que no respondimos a
esas agresiones con violencia. Respondimos con paciencia. Esperamos.
Ya ve. Don
Fermín, que para nosotros usted no es "un pobre pendejo", sino una
persona sincera, noble y consecuente, que siente que algo está mal en todo esto
que está pasando. Y sí, algo está mal, pero no es de ahora. Tal vez comprenda
ahora por qué estamos enojados, indignados, rabiosos.
Por lo demás
Don Fermín, verá usted que, si nos equivocamos, le pediremos disculpas a usted
y a todo al que haya qué pedírselas. Usted, y todos, saben que así hacemos, que
cuando nos equivocamos lo decimos claramente. Porque tal vez nos estamos
equivocando y sí debemos apostar todo a una persona, y aun partido político que
nos ha hecho todo lo que nos ha hecho. Tal vez debemos quedarnos esperando a
que venga de arriba lo que ahora pensamos que tenemos que construir desde
abajo. Tal vez nos equivocamos al denunciar que hemos sido engañados,
agredidos, burlados. Si todo esto ocurre, verá usted que diremos públicamente
que cometimos un error y le pediremos disculpas a todos los que lastimamos con
nuestra palabra (y nunca con balazos, secuestros y torturas). Pero mientras
tanto seguiremos expresando el sentimiento de nuestros pueblos, la rabia y la
indignación ante el cinismo y la desmemoria del PRD. Así que ahí perdone usted.
Don Fermín, pero vamos a seguir dando la lata.
Otra cosa
Don Fermín. Entendemos que algunos medios de comunicación, siempre que decimos
algo, resalten más lo que sea en contra del PRD y de AMLO. Y es que, ¿sabe
usted?, quieren meter en cintura a López Obrador. No les gusta que ande tan a
la libre, hamaqueándose mientras sus compinches dan la cara por él. Y al revés,
AMLO quiere. meter en cintura a los medios de comunicación, hacerlos a su modo.
Uno y otros usan lo que tienen a la mano: los medios buscando los lados flacos
del perredismo (que, dicho sea de paso, son muchos) y López Obrador ubicando
toda crítica como un complot de Salinas de Gortari, el PRI y la derecha. Así
está. Pero verá usted que terminarán por arreglarse, síempre terminan por
arreglarse. Entonces verá que todo lo de "la otra campaña" deja de
ser noticia importante, se va a "interiores", se convierte en una
notita perdida por ahí, y luego desaparece por completo, lejos de lo que
alguien llamó "el público". Entonces la "otra campaña", y
con ella la Sexta, seguirán en su empeño de otra forma de hacer política,
construir un programa nacional de lucha anticapitalista y pugnar por una nueva
constitución.
Así que como
quiera por ahí vamos a andar nosotros, Don Fermín. Van
a estar las
campañas electorales y por ahí vamos
a andar. Tal
vez López Obrador va a hacer campaña a donde usted vive. Si puede, pregúntele
si es que va a privatizar la industria eléctrica, el petróleo, el agua, la
seguridad social, la educación. López Obrador le va a decir que no va a
privatizar. Claro que usted se va a poner contento y va a pensar "Pinche
Comanche, se equivocó". Pero no se quede con eso, Don Fermín, y siga preguntando.
Pregúntele qué va a hacer entonces y AMLO le va a responder que va a
"promover la co- inversión". Usted se va a quedar pensando y se le va
a quedar dando vuelta a esa palabrita. Luego va a investigar qué quiere decir
"co-inversión" y se va a enterar que así se dice cuando una parte del
dinero en una industria la pone el Estado y la otra la pone el capital privado.
Pero usted sígale, verá también que eso significa que una parte de esa
industria es propiedad del Estado y la otra parte es propiedad privada. Entonces
va a entender que no se va a privatizar todo de una vez, sino parte por parte.
O sea que se va a vender una parte de la Patria, luego otra, y otra, y otra,
hasta que no quede nada.
Oiga Don
Fermín, si ya se pudo acercar a AMLO, pregúntele también por qué, sí dice que
todo lo que es critica proviene de Salinas de Gortari, del PRI y la derecha,
está entonces rodeado de puros salinistas, expriístas y derechistas. Y
pregúnteles a los dirigentes del PRD por qué han convertido al partido en una
máquina de reciclaje para lo peor del priísmo, una pista de circo más para los
que brincan al compás del presupuesto. Pregúntele a AMLO por qué. si muchos
suponen que su proyecto es de izquierda, su "Proyecto Alternativo de
Nación" no lo es. Pregúntele por qué apoya a Marcelo Ebrard para el
gobierno del DF si no es de izquierda. Pregúntele por qué a los gringos y a los
empresarios les o/rece un gobierno de centro, "facilitador de la inversión
privada" (o sea favorable a los ricos), y al resto les dice que es de
izquierda (o sea favorable a los pobres). Pregúntele, tal vez a usted sí le
responde, porque nosotros señalamos todo eso (y muchas cosas más) y él
respondió que está contento, durmiendo en hamaca para no sofocarse.
Después
van a pasar las elecciones. Don Fermín, y por ahí vamos
a andar. Tal vez la mayoría del pueblo mexicano apoya con
votos a López Obrador y al PRD. Si no les reconocen el triunfo, usted y muchos
como usted se movilizarán, y créame que nosotros estaremos a su lado, hombro
con hombro luchando contra esa injusticia y denunciándola, justo como hicimos
cuando lo del desafuero. Pero tal vez ganan y les reconocen el triunfo. Tal vez
llegan a la presidencia de México. Tal vez resulta que López Obrador les echó
mentiras a los gringos y a los empresarios, y no les va a cumplir lo que les
está prometiendo. Tal vez sí se inicia entonces una gran transformación del
país, una transformación de izquierda. Pues qué le digo Don Fermín, pues va a
haber mucha bulla, alegría, fiesta. Tal vez entonces usted vea por ahí, en su
pueblo, un cartelito que invita a una reunión para "la otra campaña".
Y va a oír que andan hombres y mujeres preguntando a la gente cómo es su lucha,
cómo se organizan, qué piensan del mundo, de nuestro país, de su lugar. Tal vez
usted vaya para saber de qué se trata. Tal vez me vea ahí y se me ponga
enfrente y me diga "Comanche, yo soy el Don Fermín de aquella carta".
Yo lo voy a mirar y voy a sonreír. Usted va a sonreír también y me va a decir:
"pinche Comanche, te equivocaste ". Y yo le voy a decir: "pinche
Don Fermín, me equivoqué". Y ni usted ni yo nos vamos a sentir ofendidos
por lo de "pinche ". Y nos vamos a dar un abrazo fuerte, y vamos a
sonreír, los dos, juntos, y vamos a estar contentos los dos: usted porque nos
equivocamos, y nosotros también porque nos equivocamos.
Pero oiga
Don Fermín, ¿verdad que si no nos equivocamos, usted y quienes son como usted,
ya no se van a quedar callados si no se reconocen los derechos indígenas, si
nos atacan, sí nos secuestran, si nos torturan, si los gobernantes del PRD no
cumplen lo que prometen, si se sigue vendiendo nuestra Patria, completa o en
partes, si siguen la corrupción y las traiciones? ¿Verdad, Don Fermín, que no
van a quedarse sin hacer nada argumentando que no hay que hacerle el juego a
Salinas, al PRI y a la derecha? ¿ Verdad, Don Fermín, que no nos van a volver a
dejar solos, como nos dejaron desde el 2001?
Vale. Salud
y no le mando un abrazo porque sé que está enojado, asi que queda pendiente.
Desde las
montañas del Sureste Mexicano.
Subcomandante
Insurgente Marcos.
México,
Agosto del 2005