La Jornada

Miércoles 1 de febrero de 2006

Solecito Niegan dar apoyo a candidato presidencial alguno; sólo buscan el poder, sostienen

Ningún partido es opción real para los pobres, afirman organismos civiles

Solecito Sumarán esfuerzos con la lucha zapatista, señalan activistas en el foro de la Casa Lamm

PATRICIA MUÑOZ RIOS

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Angel Guerra, Yan Ma Yaoyolotl, Enrique Gómez, Adriana López y Juan Chávez, durante el foro La otra campaña, en la Casa Lamm Foto Marco Peláez

Ninguno de los partidos políticos que contenderán en las elecciones presidenciales de 2006 representa una opción real y legítima para los sectores más pobres, desprotegidos y "jodidos" del país, advirtieron organizaciones sociales, sindicales e indígenas en el foro La otra campaña, organizado en la Casa Lamm.

Eduardo Almeida, de la Red Cuali Nemilistli de Derechos Humanos Puebla; Juan Chávez, del pueblo purépecha Ireta de Nurio; Adriana López Monjardín, de la revista Rebeldía; Yan Ma Yaoyolotl, de Lesbianas Feministas Revolucionarias, y Enrique Gómez, de la cooperativa de Euzkadi, plantearon que para los "excluidos" no hay ninguna opción en los partidos políticos, por lo que sumarán esfuerzos con la lucha zapatista antes de apoyar a alguno de los actuales candidatos, que a la sazón "son lo mismo, ya que sólo buscan el poder".

Enrique Gómez afirmó que el PRI es el padrino del charrismo nacional, y el PAN es el partido para y por los empresarios; pero el PRD tampoco es opción para los trabajadores, porque carece de una propuesta para acabar con el corporativismo, desaparecer el salario mínimo o para combatir las mafias de líderes charros y neocharros; prueba de ello es que en los años de gobierno perredista en el Distrito Federal no mejoró la situación de los burócratas capitalinos.

En la actualidad, cerca de 45 mil trabajadores del Gobierno del Distrito Federal son eventuales, les pagan por honorarios, lista de raya o mediante otros esquemas que los dejan sin ninguna prestación laboral, y los gobiernos del PRD nunca han hecho nada por ellos, señaló.

Indicó que en los próximos meses diversas corrientes, líderes y agrupaciones obreras buscarán conformar una nueva organización realmente independiente de las actuales centrales, como la CTM, el Congreso del Trabajo e incluso la Unión Nacional de Trabajadores, con el propósito de aglutinar toda la disidencia laboral del país.

Juan Chávez expuso que la lucha zapatista es de todos, porque es la única esperanza de que el país pueda cambiar, de que se pueda construir un mejor proyecto de nación en el que todos los sectores, hasta los más jodidos, sean tomados en cuenta, y que no avance el poder de las trasnacionales en todos los órdenes, las cuales ya no aplican un capitalismo a ultranza, sino "a muerte".

A su vez, Adriana López Monjardín expuso que la otra campaña ha desnudado la situación de desigualdad, injusticia y desprecio que vive el sureste mexicano, así como la burla y el despotismo del gobierno y el olvido de los candidatos sobre estos estados, por lo que hoy más que nunca la lucha zapatista tiene vigencia en la organización de la lucha social.

Yan Ma Yaoyolotl llamó a impulsar la alternativa de la disidencia sexogenérica de la izquierda con la finalidad de que esta comunidad no sea utilizada como clientela de la derecha gay y del pink market, sino que participe en la lucha de clases de la diversidad de género y en la construcción de una nueva estructura socialsexual.

Por su parte, Almeida sostuvo que ninguno de los gobiernos de derecha, izquierda y centro, de la Presidencia, del Gobierno del Distrito Federal o de los estados y municipios, ha cumplido su palabra con los pobres, ni han respetado sus derechos, su trabajo, su tierra, su país. "Bueno, hasta nos han robado el derecho a soñar".


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