El adiós en Coyoacán

Ante decenas de personas lucía la imagen de la comandanta Ramona, con la mano en alto en un ademán de saludo -ayer de despedida-, en el quiosco del Jardín Hidalgo de Coyoacán.

Emblema de la participación de las mujeres en la lucha zapatista, iniciada en 1994 en nuestro país, Ramona fue motivo de un homenaje luctuoso, este domingo, organizado por la Sexta Brigada Zapatista, Sembrando Dignidad, que en su haber lleva siete años desplegando en esa plazuela la difusión de la lucha del EZLN en el sureste mexicano.

Alrededor de esa imagen de la menuda y aparentemente frágil indígena tzotzil -que falleció este viernes después de mantenerse convaleciente durante una década, tras un trasplante riñón-, mujeres, hombres, niñas y niños llegaron a depositar en su memoria ramos de gladiolas, rosas, no me olvides y alcatraces. Fue el último adiós en el que se encendieron cirios y se elevaron plegarias.

En un sencillo acto, con el diapasón de algunas notas musicales que se escuchaban a lo lejos de la plaza, integrantes de la Brigada Zapatista, Ricardo Ruiz Flores, Yosadora Vega y Ramona Cardosa, entre otros, invitaron a la gente a honrar a "la pionera en hacer la ley revolucionaria de las mujeres del EZLN".

Yosadora Vega recordó que "Ramona fue de esas luchadoras incansables que rompió los esquemas machistas con su participación dentro del Comité Clandestino Revolucionario Indígena" de la zona de San Andrés Larráinzar.

Como prueba de ello, rememoró el video donde el subcomandante Marcos decía que como "machines", los hombres decían que no podían admitir a una mujer en el Ejército Zapatista. "Y, sin embargo, ella rompió los esquemas para reivindicar a las mujeres que dentro de los movimientos políticos y culturales de México han sido de los grupos más oprimidos y que en el EZLN tampoco fue la excepción."

Su trayectoria de "despertar a la gente", con la palabra para convencer a los suyos que "estaban en el camino correcto", fue rememorada con la transmisión de videos sobre la comandanta.